jueves, 2 de junio de 2016

Jueves 2 de Junio 2016.
CIUDAD: HISTORIA DE AMOR
Aquella mañana de domingo ,Dia del Arbol, pude captar està imàgen de la vieja ciudad Son lojos de la hisoria. en medio de aquel bosque misterioso donde aun hay sonidos vivos que salen de las entrañas mismas de un pueblo dònde quizàs hay cosas remotas y desconocidas.
Nos fuimos a ella porque tenemoss razòn moral para amarla y seguirle siendo fiel.A cada paso se siente su epopeya sin dejar de sentir sus miserias que la agobiaron, las miserias de siempre que no la han podido marchitar ni la despojaron de su alma..
Por esas calles en corrientes de piedras andan libremente sus pensamientos, anda su conciencia y cada centìmetro es algo sagrado, cada ladrillo es un monumento.
Alli nos encontramos nuevamente con Mercedita Salom hablàndoles a los niños, a la gente que Bosque Urbano y el Centro de Historia convocò para la fiesta interminable del àrbol donde gente de todas las edades pudo escuchar esas historias de San Felipe "El Fuerte" mientras miràbamos las barbas del bosque en manto cubrièndo retazos de muros que aun guardan sentimientos simpàticos de lo que fuè aquella urbe colonial. Y esa ciudad tambièn nos miraba despojada de odios porque nunca los conociò.De sus ojos ...de su corazòn no salia otra cosa sinò amor, por eso nos recibia.Y los presentes pudieron darse cuenta que San Felipe "El Fuerte" tuvo y tiene clase de grandeza, su historia lo demuestra.
Y es lo que ofrece nuestra ciudad de San Felipe de siempre, muchos han venido y se han quedado por algo que los llama.Y ella tiempre tiene mucho que entregarles. Y quienes venimos de su embriòn estamos agradecidos por su generoosidad, por lo tanto que nos ha dado. Se vive la realidad geogrpàfica y huamana de ella, se aspira su aliento que su flora nos ofrece de donde salen los vientos que braman para oxigenarnos la vida.Como lo hace ese bosque històrico que la vigila...la cuida
Y en esa confluencia de la historia de Valle Hondo està ese bosque cubrièndo los restos de lo que fuè una llama de esperanza.Muros que estàn suspendidos en polvo sobre piedras de todos los tamaños arrastradas por el desbordamiento del rio Yurubì hacièndonos estar presentes en su corazòn para nunca dejarla.
En esos rasgos del pasado seguramenrte es lo que justifica nuestra presencia de hoy. Y amo a mi ciudad como tantos porque su pueblo es luchador, se levantò despuès del insòlito traqueteo de la tierra que la quiso borrar en la hora nona de los santos oficios durante la oraciòn por Cristo aquèl Jueves Santo 26 de marzo de 1812.
Y allì ,bajo la sombra de ese bosque, esta el barro hecho muro que nos hablan de sus proezas, nos dicen que hoy màs que nunca San Felipe tiene reciedumbre en la gallardìa de su gente. Y esos restos no son desperdicios del destino ni fuè la de una arquitectura pretenciosa donde funcionaban minorias hermèticas
Siempre fuè pujante, aguerrida, abierta en todas sus esquinas. El fenòmeno telùrico que la atacò durante la conmemoraciòn del sacrificio del padre eterno, no se llevò todo.Quedò la fuerza de un pueblo como renacido de su nazareno.Quedò su naturaleza en simbolo de vida con toda su belleza en cuadros màgicos que aùn conmueven nuestros sentimientos y permenecen frente a nosotros despertando sus dias. Y quedò su bosque y quedò su historia y la otra y las que comenzaron a escribirse desde allì.Todo eso le pertenece a la humanidad.
Y con todo lo que ha podido soportar San Felipe , la ciudad acurrucada entre montañas y la inmensidad del valle, sigue bella.Pero màs bella es para quienes se han atrevido reconstruirla a su modo.Tiene las virtudes que nos faltan.Nos corresponde continuar, ampliary profundizar las luchas para colocarla donde merece. Hay hombros arrimados parar abrir alamedas en su valle que sigue siendo verde entre matices inimaginables con un rio peleando buscando su oxigeno para abrazarse al mar.
Seguirà la lucha recogida en su suelo materno, afirmativa en sus pasos para despojarse de infamias.Seguirà andante por encima de cualquier situaciòn miserable buscando su futuro hacia la gran fiesta triunfal de sus conquistas que nunca seràn lejanas.Porque en su gente hay conciencia que parece un motor dinamizador por consolidar sus derechos. Y lo hace tratando de ganar espacios, reconstruyendo cosas de significaciòn para su vida. Recuerdo al maestro Santiago Pol entonces profesor de la UNEY cuando dijo"...la luz yaracuyana serà acaso la causa de tanto ojo agudo, ò que tantos verdes juntos nos subyacen de tal forma que los lienzos son inundados de luz y verdes enceguecedores".
Y cuàndo escuchè en medio de los restos de la iglesia Nuestra Señora de la Presentaciòn de San Felipe "El Fuerte" a los niños de la escuela "Trinidad Figueira" cantando el Himno al Arbol , de autores yaracuyanos, realmenrte me estremeciò, el orgullo me ahogaba .Fuè una oda en voces elevada a la esperanza , comprendì que mi ciudad nunca muriò aquella tarde del 26 de marzo de 1812.
Y alli recordè el poema de una canciòn que siempre escucho :"... no hay muerte en el mundo que consiga matar una historia de amor...".
Centro de Historia del Estado Yaracuy-ICEY
williansyaracuy@hotmail.com 0416-8519938.